decepción tras decepción

Me gusta ponerme dramática cuando escribo, y hoy no va a ser una excepción.

Eres un imbécil, y un capullo y ahora sí que creo que eso no lo puedes evitar.

Te creí cuando me dijiste que cerrarías tu página para que yo no pudiese verla, te creí cuando me prometiste que hacías lo que hacías porque no sabías el daño que me hacías pero es todo mentira. Tú sabías que me estabas mintiendo pero yo te creí.

Entro en tu perfil y veo que has subido 400 fotos nuevas de tu viaje. Pero hay una, solo una que los dos sabemos que va con una dedicatoria envenenada. Estás coleccionando llaveros de los sitios a los que vas con la misma forma que aquel primero que yo te traje de Londres. Te has molestado en ponerlos en orden, en buscar la cámara, en descargar la foto en el ordenador y después subirla. ¿Para qué? TU me dejaste, TU quisiste separa tu vida de la mía, TU decidiste que no íbamos a caminar más uno al lado del otro. Y yo lo he intentado todo, he intentado ser tu amiga, he intentado olvidarte, he intentado odiarte, he intentado comprenderte.

Creía que ya lo tenía pero has vuelto a demostrarme que soy una estúpida por haber confiado en ti, por haberte creído.

Nunca comprenderás lo doloroso que es decirle adiós a alguien que deseas que esté a tu lado con todas tus fuerzas.

Por qué te cuesta soltarme, Por qué no puedes dejar que yo me suelte de ti, Tan horrible sería saber que soy feliz, que puedo seguir mi camino sin ti, que he conseguido dejarte el lugar que mereces entre mis recuerdos…

Vuelven los interrogantes porque tú no eres capaz de dejarme ir, pero si algo he aprendido en mi vida es que No puedes cambiar lo que hacen los demás, solo tienes verdadero control sobre lo que haces tú misma.

Y ya he puesto remedio.

Pero a lo mejor es que solo me gusta dramatizar…