domingo, 7 de septiembre de 2008

Decisiones

Tengo un huracán en mi cabeza. Me revuelve las ideas a cada momento y no consigo ver nada claro. ODIO tener que decidir, no soporto pensar que las consecuencias de esas decisiones no sean las esperadas y sólo poder culparme a mí misma de ello.

Me contrataron en la guardería, no es el trabajo de mis sueños aunque sea de lo mío pero tengo un mínimo sueldo para mis gastos y las tardes libres. Ahí es donde empieza el problema. ¿Qué hago con ese tiempo? Mis opciones son: dejarlo entero libre para estudiar las oposiciones que tendré en Julio, que serán las primeras y serán difíciles; o dar particulares un par de horas en un local que tengo alquilado y el resto de la tarde para estudiar. El problema es que el resto de la tarde se reduciría a 3 o 4 horas y las veo pocas, además me conozco y si ya me cuesta ponerme hacerlo después de haber aguantado a los niños… nos é, mi cabeza no para de dar vueltas sin parar y nadie me da soluciones factibles.


No quisiera perder el local por si en la guardería no me va bien, pero estar pagándolo para nada me parece una estupidez y pagarlo para estudiar allí cuando tengo la biblioteca municipal justo debajo de mi casa me parece aún más estúpido. Creo que son los riesgos que hay que tomar de vez en cuando, pero qué miedo que da!!!


Para colmo siempre que mi cabeza se embota y no puede más desconecta pensando en él. Ahora reconozco que no era ni la sombra de lo que yo había idealizado, pero no dejo de pensar en la posibilidad de llamarlo, hablar con él, preguntarle cómo le va todo, contarle un poco de mí, empezar a ser sólo amigos, pero ¿por qué quiero hacerlo? No lo sé y por eso aún no he cogido el teléfono. No quiero que sea por las razones equivocadas. Bastante tengo con lo que tengo.

2 comentarios:

Yanko dijo...

La vida está hecha de continuas decisiones. Tomar decisiones no es fácil, pero de ello siempre se aprende. Tener en cuenta las consecuencias de cada opción te permite tener un pensamiento más amplio y dirigido al futur. Conocer las posibles consecuencias de tomar una decisión u otra te ayuda a crecer mentalmente. Tomes la decisión que tomes, será tu decisión, y en consecuencia, tu responsabilidad. Si te sale bien habrás aprendido a escoger bien y si te sale mal también aprenderás de ello.
Tomes la decisión que tomes, sabes que tienes mi apoyo y cualquier cosa que necesites me lo puedes pedir.
Besos!

Anónimo dijo...

Ya sabes lo q pienso.. creo q dentro de ti siempre sabes cual es la decisión correcta, y si no lo es... pues se aprende y seguimos.. Cada día eres más grande, no tengas miedo.. besos